ARTICULO. Las investigaciones acerca de los beneficios de la actividad física y el deporte suelen estar enmarcadas dentro del discurso médico, que propende por la práctica de deporte con miras a disminuir la probabilidad de ocurrencia de patologías de origen cardiaco, respiratorio, metabólico, entre otras.
Si bien estos discursos son importantes, por mucho tiempo se ha desconocido, o al menos no se ha reconocido la importancia del deporte en otros contextos de la vida humana. De allí, la importancia de resaltar los beneficios que el deporte tiene en cuanto a procesos de socialización, procesos mentales, rendimiento escolar y mejoramiento de la calidad de vida de las personas que lo practican.
Si nos enfocamos en la práctica del Taekwondo, tanto como un arte marcial o como una disciplina deportiva, nos encontramos con un entorno en que se generan espacios de interacción, donde los practicantes se relacionan entre sí, ya sea en la práctica de un ejercicio concreto, en el combate o en una conversación antes o después de la práctica, los que a su vez son guiados por una serie de normas de conducta que invitan a una forma de ver el mundo que fomenta el modelamiento de los impulsos y la meditación, por medio de la enseñanza de una filosofía de vida que integre el cuerpo, la mente y el espíritu.
El Tae Kwon Do no es solo una disciplina deportiva, como arte marcial, lo más importante es el DO (camino) o principio de la concentración mental, mente y cuerpo deben de formar una unidad para alcanzar su esencia, de allí, que cada técnica requiere obligatoriamente concentración, una correcta respiración, perfección en la ejecución, potencia, velocidad, armonía, ritmo, coordinación, equilibrio, entre otras, y su práctica implica el desarrollo de actitudes de compañerismo y respeto, aprendiendo a controlar la fuerza para no dañar a los compañeros, manifestándose en esencia como posibilidad para el desarrollo de dichos valores.
Es así como el Tae Kwon Do se convierte en un medio apropiado para una educación integral de la personalidad, basada en el respeto, la tolerancia y el control consciente de la agresividad. Es una fuente de vida.
En el sentido más amplio y más profundo, aquel que se aplica en la vida diaria, el Tae Kwon Do es con la constancia, la disciplina y el respeto a los demás, es sin lugar a dudas una vía para alcanzar las metas personales y profesionales propuestas. El éxito o fracaso del entrenamiento depende en su mayor parte, en como se observa e implementan los principios del mismo que deben servir como una guía para todos los estudiantes serios de este arte marcial, con este fin se plantean como principios: la cortesía, integridad, perseverancia y autocontrol.
Podemos además concluir, que el deporte en los niños favorece el aumento de su capital social: produce sentimientos de aceptación social, mejora la calidad de la amistad con los compañeros y familiares, desarrolla el liderazgo, el trabajo en equipo, la cooperación, el respeto, la responsabilidad, la cortesía y la integridad; activa el sentido del compromiso cívico y la contribución a la comunidad, y fortalece la resistencia a la presión de los compañeros a participar en comportamientos de riesgo.
Cuando el ejercicio físico se realiza dentro un programa organizado, con una estructura definida, unos tiempos precisos, unas actividades bien delimitadas y controladas, y un objetivo claro, es posible que su efecto sobre el desarrollo psicológico sea más fuerte que aquel tipo de ejercicio físico en el que prima la actividad motora y el aspecto aeróbico.
En las artes marciales, por ejemplo, se cumplen estas condiciones, lo que repercutirá de manera favorable, en la conformación de un individuo integro, con un alto sentido de respeto a sus compañeros, familia y por ende a toda su comunidad.
Lic. Carlos Hernández
Lic. Luis Ramos
Mundotaekwondo.com