
Voy a comenzar este post platicando de un concepto que para los samuráis era muy importante y que aún el día de hoy es trascendental para el pueblo japonés:
El concepto de la deuda y su relación con el honor.
Para los samuráis lo más importante era el honor, concepto que estaba incluso por encima de sus propias vidas, por lo tanto, el pagar una deuda contraída por un guerrero era un acto profundo y solemne.
Es importante recordar que en el Japón feudal se vivía con base en una estricta estratificación social, hecho que fomentaba el vasallaje y por supuesto la lealtad, el Shogun permitía a un Damyo regir sobre tierras, por lo que el Damyo estaba en deuda con el Shogun y así sucesivamente, los samuráis, los campesinos y todos lo miembros de una comunidad debían al Damyo de esa tierra el agradecimiento por permitirles vivir y trabajar ahí, por lo que estaban en una deuda permanente con el señor del territorio. Esto puede considerarse como la base del bushido, la lealtad, el guerrero estaba en deuda permanente con su señor, quien a recibirlo bajo su protección le permitía a él y a su familia una vida relativamente segura, lo anterior ponía al samurái en deuda con su señor, es por esto que el samurái estaba dispuesto a cualquier sacrificio por su Damyo.
De esta manera, con el samurái, nace para todos los japoneses un concepto muy importante:
義理 Giri: “deber”, “deuda e incluso como “honor”, su sentido es el siguiente:
“Servir al superior con un sentido total de devoción y auto sacrificio”.
De esta manera, para el guerrero, el retribuir las deudas adquiridas es un deber moral, que en su momento se diseñó para mantener la cohesión y el orden social y que ahora podemos entender como un acto de gratitud que va más allá del simple pago de la deuda u obediencia y respeto temporal.
Las deudas deben ser concebidas de diferente manera, hay algunas que deben ser cubiertas con base a una equivalencia numérica, en un periodo de tiempo”, sin embargo, el simple pago de la deuda no es suficientemente amplio para describir el agradecimiento que el guerrero sentía, el pago de deuda era solo una manera de demostrar el agradecimiento y la gratitud hacía con quien estuviera en deuda.
Hay sin embargo unas deudas que son diferentes ya que no pueden ser contabilizados ¿Cómo cuentas la deuda que tiene un hijo con sus padres por todo el amor y los cuidados que ellos le dedicaron como hijo? ¿Cómo puedes contar la obligación de un samurái con su señor? O el tema que queremos tocar:
¿Cómo puede un alumno contabilizar la deuda que tiene un maestro?.

Y como es obvio no me refiero al concepto barato de las deudas económicas me refiero a un aspecto más profundo y más valioso, me refiero a la guía, a los consejos al cuidado y al interés.
El maestro en artes marciales, el Sensei o el Sabomnim debe ser un guía que busque el crecimiento de los alumnos, su desarrollo más allá de las técnicas y sobre todo una preocupación real sobre el bienestar y el crecimiento de sus alumnos, solo de esta manera podemos hablar de un maestro de artes marciales ¿Cómo puedes saber cuanto le debes a tu maestro? La gente se equivoca al pensar que el pago de las mensualidades es suficiente para cubrir lo que reciben de su maestro, , el cobro solo será un elemento que le permitirá cubrir con los gastos de su escuela y en el mejor de los casos sus propios gastos, es decir el pago de las mensualidades servirá para pagar el servicio que se recibe por parte de la escuela en cuanto a instalaciones, servicios e incluso una cuota por la instrucción.

Sin embargo, las enseñanzas de un maestro que pone su vida en el desarrollo de los alumnos, el maestro que se preocupa y a quien no lo une con sus alumnos el factor económico, ese maestro que recibe a los alumnos cuando los papás no tienen con que pagar.

¿En serio una mensualidad cubre todo esto?
Si tu respuesta es sí, es porque lamentablemente no has encontrado a tu maestro, pero si tú como yo eres afortunado y estas bajo la guía de un verdadero maestro, sabes como yo, que nuestra deuda con él es invaluable y permanente.
Dice mi maestro que “los seres humanos nacemos de dos maneras: de nuestros padres y de nuestros maestros, ya que somos lo que somos grandes a ellos”.

Los padres y los verdaderos maestros estarán ahí para sus alumnos ganen, pierdan e incluso cuando se equivoquen, lo único que piden a cambio es respeto, lealtad y por supuesto gratitud.
Los maestros y sus alumnos crean un vínculo, ambos vivirán gran parte de su vida unidos pero cuando sean separados por las condiciones de la vida, el alumno y el maestro siempre mantendrán su posición, su respeto y esa deuda permanente que en el tiempo de los samuráis se entendía como “giri”, una deuda de gratitud sobre la que se basa el honor.

¿Y tú, estas en deuda con tu maestro?
¡Yo si!
Sbn Yuri Lópezgallo

Pd. Es importante también decir que nuestro medio está lleno de “maestros” que son unos vivales del arte marcial, este post no habla sobre ellos, sobre los que rompen todas las reglas y no tienen valores ni se comportan como un maestro.
