“No me siento bien, si mi coach no está conmigo”. “O mi coach no me entiende, yo no lo entiendo”, son razones comunes entre atletas que sienten un vacío cuando tienen en la silla de instrucciones a una persona que no está conectado emocional ni tecnicamente con el deportista.
Bien han coincidido los grandes entrenadores del mundo deportivo que sostienen que el coach debe ser un enamorado del éxito, un apasionado del logro. Un coach debe que enseñarle a su atleta a ver dentro de una calamidad siempre una oportunidad, enseñarle que cada experiencia es una oportunidad de aprender y perfeccionarse.
CONDICION. Los coach tienen que tener esa energía que les permita entregar toda la concentración e inteligencia para administrar a sus deportistas en largas jornadas de esfuerzos, por lo que un coach debe mantenerse en forma y con buena salud, ya que la presión y desgaste al que se someten es intenso. (ver video coach en acción).
Otro punto muy importante para que exista mayor posibilidad de éxito en ese binomio es que el entrenador debe conocer al competidor. Nada hacemos con tener un coach famoso en la silla sino sabe que puede o no hacer un deportista. Es por ello que las direcciones técnicas deben entender que no es un asunto de figura, es un asunto complejo que requiere trabajo y estrategia.
¿Hasta qué punto es importante la relación coach-atleta?.
Hay un lenguaje de códigos entre un entrenador y su alumno. La manera como les habla, como los mira, como los anima o sencillamente los trata en periodos competitivos, y en la vida diaria.
En algunos casos el buen o mal desempeño del competidor será señal inequívoca de la cercanía o distancia entre ambos sujetos.
TIPOS. Existen distintos modos de dirigir, y es allí donde se impone el carácter y la personalidad de los entrenadores en la silla. Están los impulsivos y regañones que imponen cierto carácter en los atletas, los estrategas que indican que hacer con métrica precisión, estudian al rival y trazan estrategias desde el inicio, los entrenadores motivadores que logran inspirar al deportista inclusive recuperándolos cuando están dispersos con las palabras precisas, están los que son la unión de todo eso; esos son los buenos.
Es importante que exista un alto profesionalismo del entrenador, y un alto contenido de respeto y compromiso del deportista para que el resultado sea el esperado. Un coach debe saber entender el momento físico y mental por el que pasa su deportista. Además conocer su comportamiento pre-competitivo y actuar en consecuencia.
SINCERIDAD Y CONFIANZA
Consultamos al respecto al psicólogo y entrenador deportivo, Javier Hernández, quien considera que la dirección correcta es que dentro del binomio atleta-entrenador se tengan lazos sinceros en lo profesional, e incluso en lo personal.
“El éxito o el fracaso depende en muchos casos de la relación directa con el guía del combate, es decir el coach. De sus órdenes y empatía el comportamiento dentro y fuera del tapiz, todo esto sirve para tener información si un coach funciona o no”, dice Javier Hernández, consultor de mundotaekwondo.com en esta materia.
Juan Antonio Ramos, entrenador de varios atletas Elite del mundo, considera que debe haber “respeto y complicidad”. El dos veces campeón del mundo, es un apasionado del entrenamiento y sus atletas le perciben como un respaldo total.
Ramos quien lleva su centro de Alto Rendimiento junto a su esposa Brigitte Yague viaja por todo el mundo atendiendo compromisos al más alto nivel, sabe que si tiene que adaptarse muchas veces por el cambio de reglamento lo hace con el fin de mantener a sus deportistas en el Top.
MOTIVADOR.

William Duarte, Yopal Casanare.
El colombiano, William Duarte, trainer de campeonas internacionales considera que el entrenador y el atleta “es un dúo en una relación armoniosa de respeto, confianza y conocimiento para alcanzar los objetivos planeados”.
En conversaciones con el profesor destaca que los atletas deben confiar en sus capacidades y trabajar en consecuencia para lograr objetivos.
TIPS VITALES.
Según el experimentado coach olímpico de Puerto Rico, Luis Peña, “un coach debe saber por ejemplo, qué reacción tiene cada atleta ante el estrés competitivo y la relación que guarda con el desempeño en la competencia, si es determinante o no. Hay que ser lo suficientemente profesional para aceptar cualquier sugerencia del atleta. Para eso se debe saber escuchar pues ambos van en un mismo camino”, sostiene.
DESEO DE TRIUNFO DE AMBOS.
Gladys Guacare, entrenadora Venezolana explica que existen cuatro palabras claves que deben tener en común un coach y un atleta: Confianza, propósito, oportunidad y pasión. “La clave para llevar una buena relación entre coach-atleta, un coach debe despertar en su atleta el deseo y la pasión por el logro, reafirmar su seguridad personal y relacionarse de una forma efectiva para construir una red de apoyo que ayude al atleta a conseguir sus objetivos“, sostiene.
Agrega. “De esa forma se construye una positiva y valiosa relación entre un coach y un atleta. El Coach es una constante fuente que alimenta de fe al atleta y le enseña que la mientras exista fe el miedo morirá de habré y para que eso se dé, el atleta debe tener bien claro en quien ha creído, llámese este, Dios, familiares, en si mismo etc. Eso se llama identidad”.
La mundialista azteca Carmen Morales, también nos expresa su punto de vista.
“Ser reciproco valen los dos como equipo y no es mejor ni el coach ni el competidor. Debe haber respeto y confianza. Adicional, y porque no, cierto cariño. Finalmente conviven por temporadas muy largas”, sostiene.
La entrenadora quien también ofrece cursos de técnicas, cree que debe haber entendimiento para situaciones personales un poco de complicidad. “Y no lo digo yo, pero muchos casos en cualquier disciplina cuando se rompe alguna de estas partes es difícil lograr cosas juntos”, asegura.
TEMA DE TIEMPO.
“Yo siento que depende mucho del nivel de competidor que estamos hablando ya que no es la misma relación afectiva y profesional con un competidor que tiene poco tiempo a uno que tiene mucho tiempo entrenando, además influye mucho el carácter del alumno y de la familia de este, así como la relación de este con los padres y con el entrenador, y además las personas que este alrededor de ellos llámese (familia amigos novia(o) etc aporten para la misma causa”.