HOMENAJE. Gabriel Taraburelli fue atleta olímpico alguna vez. Algo que no puede presumir cualquiera, iría tras clasificar en un preolimpico en Miami lo que sellaría su presencia en Sydney 2000.

De esa experiencia olímpica pasaría ser entrenador nacional años después, donde ha tenido un recorrido que le ha deparado sinsabores, pero también le ha hecho levantar la copa para brindar en ocasiones sencillamente históricas e importantes.

La primera oportunidad que se le presenta es dirigir a uno de los taekwondistas más extraordinarios de América y del mundo en los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011. En efecto, Taraburelli condujo en la silla a Sebastian Crismanich a conseguir la segunda medalla de oro en la historia del país en JDP cuando el correntino deslumbró en -80 kg en la cita mexicana.

Llegarían los preolimpicos en Queretaro rumbo a Londres 2012. Una vez más Taraburelli tendría acción logrando instruir desde la silla a Crismanich. Ayudarle a vencer a los más duros peleadores de TKD de America, le dio confianza.

Sin embargo, fue en las olimpiadas de Londres 2012 donde el entrenador cobraría más notoriedad. Crismanich ganaría el oro olímpico y Taraburelli sería testigo de excepción y parte de ese triunfo. Gritos, saltos, emociones, quedarán grabados esa noche en Londres.

Se viene un proceso para el olvido. En 2016 las cosas no salieron bien y Argentina tras una experiencia dorada se pierde Rio 2016. Una vez más apuestan a Gabriel.

Por momentos Taraburelli hace un descanso. Las actuaciones de los atletas argentinos en ODESUR quedan para el olvido. Taraburelli regresa al equipos y responde guiando a Lucas Guzman a capturar el oro en los Juegos Panamericanos Lima 2019.

Con Guzman en carrera y un cambio generacional a cuestas, el intento para Tokio 2020 lucía positivo. El hábil competidor lució extraordinario en el mundial, ¿y quién estaba en la silla cuando trajo bronce?: Taraburelli. Qué momentos en Manchester. Atrás quedó el llanto de Lucas desconsolado en Aguascalientes, cuando falló con un Ecuatoriano en preolimpico a Rio 2016. Era momento de soñar.


Se abren las esperanzas de los argentinos, y para el proyecto Tokio escogen el equipo pensando en la nueva generación en femenino, y sus máximas cartas en hombres; obviamente con la vista puesta en Lucas como la figura. ¿Y quién detrás del campeón panamericano?: El coach Taraburelli.

LOGRO.

Hoy se consigue que Argentina vuelva nuevamente a la carrera olímpica. Gontan respira y se relaja. Tras vencer a Venezuela y a Ecuador en el Palacio de los Deportes de Heredia, Lucas Guzman, quien perdió a su mamá en pleno proceso a Juegos Panamericanos, abre una esperanza real de medalla en Tokio.

Largas sesiones de entrenamiento, concentraciones y pruebas conseguirían que Taraburelli tuviera el apoyo de dirigentes que creyeron en el, primero Ricardo Torres, y luego Ignacio Gontan.

Con las clasificaciones olímpicas, las medallas panamericanas, olímpicas y mundiales, creemos que Gabriel Taraburelli, tiene la llave de oro. Allí está la historia.

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Carlos Hernández

Mundotaekwondo.com