A pesar de solicitudes de la comunidad internacional, incluyendo al presidente de los Estados Unidos Donald Trump, el Comité Olímpico Internacional el régimen iraní ejecutó al luchador Navid Afakari.
Afkari, de 27 años, fue ejecutado la mañana del pasado Sábado 12 de septiembre a pesar que «se llevaron trámites legales ante la insistencia de los padres y familiares de la víctima”, la Agencia de la República Islámica confirmó la información con Kazen Mousavi, el jefe de justicia del departamento del sur de la provincia de Fars.
Afkari fue sentenciado a muerte por su presunto papel al asesinar a un oficial de seguridad en Shiraz, Fars Province en el verano del 2018 en protestas en la provincia.
A si mismo, de acuerdo al Centro de Derechos Humanos en Irán, había evidencia que el no cometió el crimen y fue torturado en una interrogación donde tuvo que entregar una falsa declaración.
Akfari realizó una denuncia ante el poder judicial iraní en septiembre del año pasado, en la que afirmó que su confesión fue extraída mediante tortura.
El poder judicial de Irán ha negado las denuncias de torturas, y en su lugar, optó por retransmitir la confesión de Afkari en la televisión estatal despues que el presidente Trump recurriera a las redes sociales para dirigirse al líder de Irán.
Irán, tras la revolución islámica maneja el fundamentalismo religioso, obtando por un régimen dónde los delitos tienen castigos que van desde el encarcelamiento en tétricas prisiones, como la pena de muerte.
La dificultad de ser un país con tanta presión varios jóvenes iraníes de alto nivel en Taekwondo, se han ido a vivir en Estados Unidos, Serbia, Alemania y Croacia.
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