Las escenas vistas en cine o tv escenificadas por el astro de las artes marciales Bruce Lee, fueron para la mayoría de los hoy practicantes de Taekwondo, Karate, Kung Fu, entre otras, la mayor fuente de inspiración para dirigirnos a un gimnasio a inscribirnos.
La meta era hacer esos movimientos extraordinarios, y por qué no, aprender a volar por los aires. Ese misticismo que se creó en los años 70, 80 y 90 a través de las pantallas del cine y los televisores llenó de personas academias e impulsó el marketing para comercializar los distintos estilos de sistemas de combate.

Curiosamente, el que más aporte traería a los Dojos, Dojang, fue el nombre de Karate. Paradójicamente ha sido muy escaso el desarrollo comercial del Kung Fu, arte matriz de Bruce Lee.
Me atrevo a decir que al Kung Fu le ha faltado una organización más homogénea en cuanto al tema de la competencia. Hay que subrayar que en el boxeo chino existen cientos de estilos, quizás lo que evitó que este espectacular arte marcial inspirado en los movimientos de los animales tuviera el efecto que la menos si ha tenido el Taekwondo, la disciplina convertida en deporte olímpico, gracias al poder político de un país (Corea del Sur). El TKD es hoy día una de las luchas más practicadas en el mundo, superando al Karate en organización.
Más del cine

Aunque hay filmografía de artes marciales a finales de los 60, creemos que realmente hubo un desarrollo masivo de estás influencias de las artes marciales en los años 70 y 80. Estrellas como Chuck Norris, Jean Claude Van Dame, Loren Avendon, Jackie Chang, entre otros impulsaron con sus patadas, movimientos y puños una ola de inscripciones a los Gimnasios de artes marciales en el mundo entero.

La saga de Karate Kid, fue una de las películas que más impulso dió a las personas a practicar artes marciales. Esa historia de Daniel Sam, todo ese aspecto cultural que se evidenció en la película adoctrinó más a la población con respecto a conocer de karate.

Para finales de los 90 y el desarrollo de los años 2000 surgirían en la juventud otros héroes.

Y es allí dónde surge la mítica figura de anime. Dragón Ball
Su trama describe las aventuras de Gokū, un guerrero saiyajin, experto en artes marciales que en su infancia inicia sus viajes y aventuras en las que pone a prueba y mejora sus habilidades de pelea, enfrentando oponentes y protegiendo a la Tierra de otros seres que quieren conquistarla y exterminar a la humanidad.
Hasta estos días Dragón Ball sigue activo motivando a millones de personas -sobre todo niños- a curiosear en el mundillo de las artes marciales.

Más motivos para ir al Gimnasio
Más allá de estás influencias cinematográficas que mencionamos, otro aspecto que motivó a millones a practicar artes marciales viene de aprender a luchar. Padres que conociendo los beneficios de las artes marciales, registraron a sus hijos para que aprendan a defenderse. Bien sea porque sus vecinos o compañeros de clases les maltratan o para ofrecerles una actividad diferente.
Después vendrán más motivos para registrarte en artes marciales.
El gimnasio queda cerca y te impresionaron los gritos y movimientos.
Viste un afiche o foto y te dió curiosidad.
Tu familiar o vecino lo práctica y te llevó.
Y tú?. Quien te influenció a practicar artes marciales?.
Carlos Hernández (MT).