Kimia Alizadeh (Irán) ganó bronce en la competencia de Taekwondo en los Juegos Olímpicos de Río 2016, un evento donde sus dos compañeros (ambos favoritos al oro), regresaron sin metales, mientras que la joven se llevó los honores.
Sin embargo, a comienzos del 2020, la joven decidió irse a Europa a rehacer su vida, lejos de las reglas exigentes islámicas donde la mujer es excluida y considerada ser inferior.
Quien en su momento se mostraba jovial y celebraba ser un modelo para muchas niñas en su país, hoy el ejemplo persiste, pero con otros matices, obviamente rechazadas por el régimen fundamentalistico iraní.
La deportista olímpica salió huyendo de Irán, y de inmediato cientos de seguidoras mostraron su apoyo a su decisión en las redes sociales. En el momento de su salida, la deportista realizó un mar de críticas a la forma de vida en Irán.

Lo que muchos no sabían era que detrás de esa necesidad de ser libre de las reglas del Islam radical, se escondía una historia de amor.

Así es. La atleta olímpica de Irán tenía un amor que se consolidó con matrimonio, y hoy día vive en Aschaffengurg, Alemania uno de los mejores países para vivir en el mundo.
Continuará…

Carlos Hernández (MT).